domingo, 14 de junio de 2015

Reseña ''Culpable'', de Karen Robards.

     ¡Holaaaaaaa de nuevo! Sé que dije que traería reseña la semana pasada, pero he estado muy liado con la PAU, y por fin puedo decir... ¡A TOMAR POR CULO LOS EXÁMENES! ¡A TOMAR POR CULO LAS TRADUCCIONES DE LATÍN, KANT Y ANTONIO MACHADO! Hala, así de elegante lo digo xD (aunque supongo que en la época universitaria que me espera, las cosas serán chungas de verdad... Bueh, al menos ahora soy felizzzz).


     Me ha costado la vida tragarme este libro, quizá porque he tenido que ir leyéndolo poco a poco, pero ahora os traigo la valoración de él.

Datos:

Título: Culpable -Guilty-
Autor: Karen Robards.
Editorial: Vergara.
Género: Thriller romántico. Policíaco a medias.
Autoconclusivo.
Sinopsis: Cuando Kat Kominski tenía quince años, ella y unos amigos atracaron un pequeño supermercado, en el que murió un guardia. Trece años más tarde, Kat ha rehecho su vida, pero su oscuro pasado vuelve para atormentarla...

Argumento:

Kate y sus amigos reshulones
antes de atracar a Cepsa.
     La historia comienza con una batalla campal entre los padres adoptivos de Katie, la prota, contra sus amigos canis y chungos, mientras ella intenta escapar para irse de botellón, o algo así. Finalmente, cuando logra huir de las garras de su padre pervertido, la banda del patio al completo decide irse a un Mercadona, pero como a esas horas de la noche no hay ni uno abierto, acaban yendo a una gasolinera. ¿Qué ocurre? Que cuando Katie va al baño de la gasolinera a echar un pisss, a sus amigos se les cruzan los cables y atracan al dependiente (muy lógico); cuando sale del servicio, se encuentra a un guardia de seguridad o alguien así frito en el suelo mientras sus amigos corren como poseídos al coche. La prota, muy conmocionada, no pierde la oportunidad y se une a su grupo de nuevo.

     Bien, la historia de verdad comienza años después, en Filadelfia, cuando Katie se ha convertido en una fiscal y tiene a su cuidado a su hijo Ben (que, cómo no, es uno de estos demonios cotillas que van listillos; pero es muy cute). No obstante, en pleno juicio, el que está siendo acusado consigue un arma y la lia parda; se le unen un par de matones más y se produce entonces, en el tribunal,  un tiroteo de esos al más puro estilo Call of Duty en los que las balas son inagotables y los alguaciles y guardias de seguridad resultan unos inútiles. Y para más inri, uno de ellos toma a Katie como rehén y la arrastra hasta la sala de detención, donde negociará el rescate por teléfono con la pasma.
Algo así, pero en un tribunal.

     Pero, claro, no todo acaba ahí: en la sala se topan con un recluso más que formaba parte del plan de huida, Mario Castellanos, uno de los amigos canis de Katie, que ahora ha sido una presa más de las temibles fauces del gimnasio, las proteínas en polvo y la vigorexia. Asesina al secuestrador de Katie; ¡qué bonito!, diréis. Pues no. El motivo por el que ha salvado a su ex-amiga era para poder manipularla: a partir de ese punto de partida, Mario chantajea a Katie para que lo saque de la trena, aprovechándose de que ella es fiscal. Si la tipa se niega, él contará que estuvo relacionada con el crimen de la gasolinera años atrás; y claro, ella, soltera, con un hijo, sin un duro e iniciando su carrera como letrada, no podía permitirse tal fama, aunque descubriesen que ella no había matado a nadie.
Mario Castellano si no le das 5 leuroooh.

     La verdad es que al leer esto da la sensación de que el resto de la trama será que Mario irá proponiendo trabajos sucios a Katie, pero no. El libro entero resulta ser la repetición de lo mismo, una y otra vez: Katie tiene que sacar a Mario de la cárcel, pero ella no quiere, y vive atemorizada de que le sigan visitando los matones y la acaben matando, dejando así solo en el mundo a Ben.

     No obstante, lo bueno comienza cuando el poli Tom Braga entra en la vida de Katie. Él es el encargado de ofrecerle protección, pero sospecha de ella: y para añadirle más hierro al asunto, empiezan una relación.





     Y aquí es donde voy a parar, al romance: Esta novela la exponen como un thriller romántico. Y ahora yo pregunto: ¿ROMÁNTICO DE QUÉ? Lo que ocurre es que los dos protas, la fiscal y el poli, llevan mucho tiempo sin echar un casquete; como los dos están buenos (según los pensamientos de cada uno: Katie era una fiscal bomboncito y Braga un hombre con pelo rizado en el pecho, con una V bajo el vientre y manos masculinas) y están tan calientes que se dedican a echarse polvos varias veces seguidas. ¿Pero romance? No, de eso no hay exactamente. Y lo cierto es que lo agradezco, prefiero esto al que me repitan tonterías pastelosas cada dos por tres. El libro no se centra solamente en este aspecto.

     Parece que estoy poniendo esta novela del revés, como si fuera tóxica o un bodrio, pero no, y ahora diré por qué: el amor aquí no es un sentimiento que viaja más allá del espacio y el tiempo, capaz de romper muros de oricalco atlante y hacer que la prota se muerda muchas veces el labio cada vez que ve el hercúleo cuerpo de su maromo; el ''romance'', que no es muy extenso, es real, creíble, tiene un principio, un desarrollo (acelerado, eso sí) y sus consecuencias. En este libro, el dichoso Cupido no ha disparado a los protas para que se enamoren eternamente, como si ya estuvieran predestinados.

     El otro motivo es por la expectación, el suspense, la intriga y los mini plot twists que se van sucediendo a lo largo de la trama: no eran pocos los momentos en los que estuve a punto de dejar el libro apartado durante un rato cuando, de repente, ¡ocurre algo completamente inesperado! Si habéis leído mi crítica a El guardían invisible, de Dolores Redondo, os habréis dado cuenta de que le quité muchos puntos porque carecía de este factor, que en este libro abunda: la sorpresa.


Estilo:
La imagen no tiene nada que ver
con la reseña, pero me ha hecho gracia.

     Está escrito en tercera persona, pero las páginas están repletas de pensamientos de los protagonistas, introducidos por comillas, y el narrador omnisciente habla a través del punto de vista de Kate o Braga. No sé por qué, pero las páginas de este libro se me han hecho eternas. Ya de por sí soy muy lento leyendo, con este libro tardé la vida para lograr llegar al término de una página. No sé si es algo mío y de la locura hospedada en mi cabeza o por el formato de la página.

     Las descripciones, otra vez las descripciones. En algunos momentos (que no en todos, apunto), el narrador se dedica a darte descripciones absurdas de lugares, explicaciones que no se necesitan. Yo soy de la opinión de que a la hora de describir, hay que hacerlo con aquello que sea indispensable en la novela o para el desarrollo del personaje, o que se desvíen de vez en cuando, pero que no abusen de describir a cada rato cada cosa. No es necesario que Karen Robards me describa si Braga iba vestido con tejanos azules, chaqueta arrugada color caqui y una corbata con estampado de leopardo; a veces parecía que leía la Cuore (revista rosa que incluyen reportajes sobre la moda de las famosas, para quien no lo sepa), le faltaban los Aaargs!

     Hay ocasiones en la que las transiciones de una acción a otra son lentas, pero no malas: mientras Kate sale del porche para subirse al coche, puede pasar página y media, estando perdida ella en sus pensamientos. Lo bueno de esto es que esas divagaciones te llevan de la mano, por así decirlo: comienzan hablando de una cosa y terminan en otra, haciendo que te enganches y sigas el hilo de lo que te están diciendo.

Personajes:

Kate es como von Karma,
pero sin látigo.
     -Kate Whitman: La prota. Después de que un chico muy responsable la dejara embarazada, ha enfocado su vida al cuidado de Ben. Incluso cambió de ciudad y dejó atrás su pasado choni para ocuparse de su hijo. Es una persona muy avispada; gracias a su trabajo como fiscal, sabe cómo mentir, qué gestos hacer y el tono de voz a emplear para hacerlo y que no la pillen. Es una madre coraje que de verdad logra transmitir la angustia y desesperación que siente. La mayoría de sus pensamientos son: ''Ben, Ben, Ben...'', ''qué hijoputa es Mario'' y ''qué bueno que está el poli, mmm''. Decir que a mí me ha encantado este personaje, muchas de sus decisiones vienen condicionadas por el efecto que podrían repercutir en Ben. ¿Buen personaje? Sí.
Kate y Braga están hechos el uno para el otro,
¿no lo veis?








      -Tom Braga: No sé a qué viene el apellido. No tengo ni idea de si la autora cogió ''Braga'' como apellido porque en USA es usual, porque se sentía demasiado graciosa y le puso ''Underwear'' o ''Knickers'' o porque directamente la traductora es una troll. Es el maromo dinamita exclusivo y azucarado de este novela, al más puro estilo Jacob de Crepúsculo, pero más madurito y sin colmillos. Al principio puede parecer un personaje plano, pero va ampliándose con el paso de las páginas. ¿Buen personaje? Simplemente por haber sabido salir adelante con ese nombre, sí.


Pros:
1-Los mini infartos que te dan con tanta sorpresa.
2-El desarrollo de Kate con Ben y Tom.
3-Las últimas páginas son muy emocionantes

Contras:
1-Un argumento vacío, el libro repite la misma premisa constantemente hasta más de la mitad de sus páginas.
2-Una conclusión a todo el conflicto muy apresurada.

¿Cómo definirías esta novela con una sola palabra? Braga.


Valoración:
Argumento: 4/10
Estilo: 6/10
Personajes: 7/10

                                                  Nota final: 5'6/ Nota personal: 7


He añadido la opción ''Nota personal'' porque me ha estado dando la impresión, con este libro y con Divergente, que le he dado menos nota en comparación con lo que me han gustado. Pero no para no manipular la nota final, a partir de ahora pondré una nota proporcional al nivel de emoción/orgasmo mental/enganche que me ha llevado la novela.


Una cosa: no sé cómo será Filadelfia, pero Karen Robards a la ciudad le dice de todo menos bonita, la ha puesto como si fuera un nido de prostitutas, sabandijas y corruptos. No sé cómo será en realidad, pero publicidad de la buena, en este libro no hay xD

Tenía pensado reseñar ''Ciudades de papel'', de John Green, pero no va a poder ser... Bueno, mentira, no iba a reseñarlo: mi intención era destriparlo, envenenarlo y saltar encima de él. Cuando lo estaba leyendo hace unos nueve meses, me pareció tan bodrio que lo dejé antes de llegar al final; sin embargo, se celebra dentro de poco el cumple de una amiga y no tengo ningún libro del que quiera desprenderme para regalárselo, excepto este, ya que los de Memorias de Idhún ya los regalé (en realidad los presté, pero no me los devolvieron... seguirán en el coma mental). Por lo tanto, esa reseña tendrá que esperar; ahora tengo entre mis manos una novela que cogí en la biblio anteayer, un poco rara por lo que he apreciado en sus páginas, algo... onírica.

5 comentarios:

  1. JAJAJJAJAJAJAJAJA, joder, mi prima podría ser la protagonista de esta historia sino fuese porque ella ahora no es fiscal, sino que trabaja en una yogurtería XDDDDDDDDDDD

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    1. Jajaajajajaja, los yogures siempre hacen falta, y si no que se lo digan a Carmen Machi xDD

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  2. ¡Hola! Muy buena reseña XD Te quería mandar un correo informándote pero no lo encontré, así que te aviso por acá, te nominé a un premio acá está el post http://wanderlustcolors.blogspot.com/2015/06/best-blog-award.html un abrazo (:

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    1. ¡Holaaaa!
      Rayos, no me había dado cuenta de que se me había olvidado poner el contacto :O
      Gracias por nominarme, en breve haré la entrada. ¡Un abracete!

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  3. Jajajajajajaja, me he partido con la reseña y las fotos que has puesto, pero no coincidimos, a mí sí me gustó la novela y la autora me gusta bastante, aunque claro hace tiempo que no leo nada de ella.
    Aun así, tu reseña me ha hecho mucha gracia!! xDD
    Saludos <33

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